En la cena Caring for Women de la Fundación Kering en Nueva York, Orlando Bloom se encontró en el centro de atención por una razón inesperada. Durante el evento repleto de estrellas del 9 de septiembre, la atención de Bloom pareció pasar de su prometida Katy Perry a Kim Kardashian, lo que provocó un gran revuelo entre los fans.
Bloom, de 47 años, vestía un elegante esmoquin negro, mientras que Perry, de 39 años, atraía todas las miradas con un impresionante vestido azul aguamarina y Kardashian, de 43 años, deslumbraba con un elegante vestido de látex blanco. El momento en que la mirada de Bloom se desvió hacia Kardashian fue lo que más llamó la atención, lo que provocó una oleada de reacciones en Internet.
En X (antes Twitter), un usuario llamó a Bloom un “desastre”, mientras que otro bromeó: “Pero ¿él lavó los platos?”. Este fue un guiño juguetón al comentario NSFW anterior de Perry en el podcast “Call Her Daddy”, donde discutió con humor situaciones candentes que involucraban a Bloom y las tareas domésticas. Otro comentarista sugirió: “Katy Perry probablemente también estaba mirando”, lo que implica que Perry podría haber estado igual de intrigada.
A pesar de la breve distracción, el cariño que se tienen Bloom y Perry fue evidente durante toda la noche. Posaron juntos en la alfombra roja, compartieron momentos cariñosos e incluso apareció una foto en la que se ve la mano de Bloom apoyada cerca del trasero de Perry, lo que refuerza su estrecho vínculo.
El evento, una reunión de alto perfil, contó con la presencia de numerosas celebridades, entre ellas Dakota Johnson, Lindsay Lohan y Donatella Versace. François-Henri Pinault, presidente y director ejecutivo de Kering, y su esposa, Salma Hayek, también fueron invitados destacados, lo que elevó aún más el prestigio de la velada.
Esta salida se produce después de que Perry hablara recientemente sobre su turbulento comienzo con Bloom en el podcast “Call Her Daddy”, revelando detalles de su relación intermitente, que comenzó en 2016, tuvo una pausa en 2017, condujo a un compromiso en 2019 y dio la bienvenida a su hija, Daisy Dove, en 2020.
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